lunes, 26 de julio de 2010

Los Viajes de Willy Blog - Día 4



Los Viajes de Willy Blog - Dia 4

"¡¡El coorazon queaaa Triana vaa, nunca volveraaa..... Seeeviiillaaaaa!!"

Hoy fui al ensayo general de un macroespectaculo multidisciplinar (pa que nos entendamos, como Crónicas Marcianas, pero con buen gusto) que se llama "El sueño de Rocinante" (chicos, hay que verlo eh? -Publicidad- que la verdad es que esta muy bien -mas publicidad-).

El caso es que mi amigo Rosauro y yo llegamos un poquito temprano, aquello empezaba a las 10 y media y nosotros llegamos a las cinco de la tarde al sitio.... al loro, esto va sin coñas, el sitio es un PICADERO y esta en VALDEZORRILLAS. No lo intentéis, todos los chistes que se podían hacer se hicieron ya...
Así que al ser tan temprano nos dimos una vuelta por la caballerizas... aaaah! que bien se estaba allí, me sentía como en casa (la verdad es que olía igual que mi cuarto en un día bueno) y ya lanzado, le pregunté a un caballista si podía probar a montar un jamelgo de esos...

...Cuando me separaron el coxis de la campanilla decidí que, definitivamente, aquello no era lo mío...

Y por fin el espectáculo. ¡¡Qué bonito!! ¡¡Qué espectacular!!... ¡¡Qué de polvo!! A los diez minutos parecía una croqueta yo... y llevar gafas no ayudaba mucho la verdad, parecía Mario Cobretti, solo que en mis gafas no se reflejaba na de na, en mi cara sí, sobretodo un poco de asquito, pero nada grave....

Y que malo es quedarse sin fuego retirao de todo rastro de civilización y rodeao de gente sana (que asquito dan por dios). Así que ni corto ni perezoso (bueno, un poco corto si, pa que vamos a engañarnos) aproveché que estaban utilizando el fuego como elemento escenográfico (como se puede ver por la foto) y me lancé al ruedo a pedir lumbre (el mono es lo que tiene, te convierte en un inconsciente)....

.... Entre el caballo encabritao que tomó mis pelotas como un esférico adidas y el jinete que confundió mi espalda con una de las planchas barbacoa que anuncia George Foreman pa freír pinchitos, decidí (con muy buen criterio por mi parte) que mas me valdría haberme aficionao al punto de cruz y no al fortuna...

En fin, cuando salga del hospital continuaré mi travesía. Por lo pronto espero que esa jeringuilla de diez centímetros sea solo atrezzo de los payasos médicos...

¿Y a donde será? (¿El pinchazo?)

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